jueves, 9 de diciembre de 2010

Los niños y su entorno

Los niños son muy sensibles a lo que sucede a su alrededor y basan su aprendizaje en lo que los demás les dicen o hacen. Por ello el entorno del niño influirá decisivamente en la formación de su autoestima. En las primeras fases del desarrollo del niño los padres y educadores han que tener muy en cuenta dos factores claves para que el niño pueda desarrollar su autoestima de forma saludable. Son los siguientes:
• Sentido de pertenencia: Es el sentimiento que tiene el niño de ser aceptado por los demás, de ser considerado importante y parte de un grupo, lo que le permitirá socializarse y sentirse integrado. Como este sentido de pertenencia empieza a desarrollarse en los primeros años en el seno de la familia, daremos una serie de indicaciones sobre como mejorar el sentido de pertenencia en el niño.
• Motivación en el niño: Es la capacidad de saber cuáles son sus metas y ser capaz de buscar los medios para conseguirlas y resolver los problemas que puedan ir surgiendo. El desarrollo de esta capacidad debe comenzar en la infancia, promovida por los padres, por lo que explicaremos una serie de medidas que pueden ayudar a motivar a los niños.


Medidas para motivar a los niño
Como hemos visto, la motivación es un factor imprescindible para que el niño pueda atreverse a desarrollar nuevas actividades, alcanzar el éxito y con ello mejorar la autoestima. En caso de que hayas detectado que tu hijo tiene problemas de motivación, puedes probar algunas de las siguientes medidas:
• Identificar el problema: Habla con tu hijo y escúchale con atención. Intenta descubrir qué es lo que no le satisface, que le desmotiva, qué sentimientos tiene que le hacen renunciar…
• Enseñar al niño a retrasar el refuerzo: Las mayores metas en la vida no tienen su premio de manera inmediata. Hay que hacerle ver al niño que, aunque un esfuerzo no dé una recompensa inmediata, los resultados a largo plazo merecerán la pena.
• Ayudarle a identificar sus deseos y metas a largo plazo: Puede que el niño ni siquiera se haya planteado qué quiere hacer en la vida, que no conozca sus verdaderos deseos. Hay que animarle a imaginar y soñar con las cosas que realmente le gustaría conseguir.
• Enseñarle a dividir las metas en objetivos pequeños: Algunas cosas pueden parecerle al niño un esfuerzo inmenso que no será capaz de realizar. Esto le desmotivará y le impedirá avanzar. Hay que enseñarle a dividir los grandes problemas en problemas pequeños y manejables. Por ejemplo, puede parecerle imposible aprobar matemáticas a final de curso. Intenta quitarle ansiedad ayudándole a centrarse en los deberes de hoy, el examen de la semana que viene… Lo importante es el hoy y lo que tenemos que hacer en este momento.
• Reconócele sus logros y anímale incluso cuando fracase, por el solo hecho de haberlo intentado. Tiene que saber que lo importante es intentar las cosas y que no va a ser peor persona o se le va a querer menos porque no consiga las cosas a la primera.
• Enseñarle a darse mensajes positivos y a minimizar las situaciones negativas.
• Haz que el niño participe en actividades comunes en la casa que le permitan lucir sus habilidades y anímale a usar esas capacidades en otros contextos (escuela, amigos…)
• Cuando el niño vaya a intentar algo difícil, anímale y coméntale que sabes que no es fácil y que el solo hecho de intentarlo es un logro y le enseñará aprendizajes importantes.
• Reconocer sus éxitos aunque sean pequeños.
• No perder nunca nuestra confianza en el niño, aunque éste fracase. Tenemos que ser conscientes de que está aprendiendo y de que mejorará en sus habilidades día a día. No le presiones ni le crees ansiedad esperando que siempre lo haga todo bien a la primera.
• Se pueden organizar las actividades de casa mediante un diario y, a final de semana, evaluar con el niño las metas cumplidas y premiarle por ellas. También se puede analizar con él en qué actividades no ha podido llevar a cabo con éxito para analizar cuál ha sido el problema y ayudarle a buscar soluciones.
• Ayúdale a fijarse objetivos realistas y a desarrollar planes de acción para llevarlos a cabo. Esto mejorará su organización, su toma de decisiones y su capacidad de resolución de problemas.
• Anímale a desarrollar sus capacidades, talentos e intereses. Pregúntale qué actividades le gustaría realizar y cómo pretende llevarlas a cabo.